Valemos como hombres por algo de Dios que tenemos
Divinos, esto es lo primordial, lo decisivo, también el final del cuento. Pero, también limitados. No pecadores sino limitados . Es importante ser precisos en esta diferencia y darle acceso a la conciencia de cada uno. Los mitos originales no lo omiten. Somo de arcilla del suelo y no todo el conocimiento nos es accesible. Esta dualidad genera una tensión que puede ser un problema. Gran parte -quizá todas- las crisis existenciales que vivimos tienen que ver con la fricción que se genera entre nuestra sed de infinito y eternidad, y nuestras limitaciones -las reales y las autoimpuestas-. El John Lennon de David Foenkinos, en la primera sesión , dice lo de cualquiera de nosotros: Ya lo he dicho: una parte de mí mismo está persuadido de que soy un pobre diablo, y la otra piensa que soy Dios La tradición bíblica enseña que, la condición divina de lo humano, está atravesada por la paradoja de su grandeza y de su pequeñez, de algo inf